No conozco la estadística, seguro que “algunos expertos calculan que cada minuto, en todo el mundo, comienza una nueva tensa espera”… No conozco los datos porque yo no soy experta, y no tengo predicciones que vayan más allá de lo que voy a cenar esta noche. Pero… sí, soy testigo de las tensas esperas que comienzan a mi alrededor. Esas esperas llenas de preparativos que son vividas con emoción, ternura, paciencia e inquietud y mucho, mucho amor. Esas esperas tensas, en menor o mayor medida, porque todo vaya bien, por cuidar del mayor de los tesoros y lograr ser el mejor de los guardianes. Unas esperas nada fáciles que gracias al amor infinito hacen que la tensa espera sea más espera y menos tensa.
Las tensas esperas acaban y comienzan. Una gran tensa espera está cada vez más cerca de terminar, otras apenas acaban de comenzar…